Es de público conocimiento que la pandemia golpeó todos los sectores económicos. Pero la parte más importante del debate actual es qué sectores tienen posibilidades de una rápida recuperación.
Y ahí, decididamente, sobresalen la actividad de la construcción y el sector inmobiliario. Esto se debe en gran parte a lo rápido que este mercado detecta cambios de tendencias y preferencias entre sus públicos.
Entre estas nuevas tendencias, se destacan los cambios en el hábitat generados por el Covid-19 y las restricciones sanitarias. El cambio más frecuente en lo que respecta a edificios, es la necesidad de incorporar oficinas para teletrabajo y la mayor cantidad de espacios verdes posibles en cada nuevo proyecto. Se podría decir que la tecnología y el aire libre son las claves. En cuanto a las casas particulares, predominan la búsqueda y generación de viviendas con jardín, patio o terraza con una habitación extra, quincho o altillo que pueda utilizarse a modo de oficina.
Otro fenómeno que impulsa el crecimiento del sector, es el de la deslocalización. Las inmobiliarias que más venden aseguran que existe un cambio notorio en la elección de zonas habitacionales por parte de los compradores. No sólo se destacan las zonas que ofrecen viviendas con más espacio verde sino aquellas que se encuentran rodeadas por plazas, campos y ríos. Hubo un gran incremento en el interés por diversos proyectos en el interior del país.
En este contexto, los grandes ganadores son los countries y barrios cerrados, la venta de lotes y la entrega de casas llave en mano.
En cualquier caso, el rubro inmobiliario y la construcción avistan un próspero futuro en 2021. Seguramente impactarán en el mercado las medidas restrictivas por la pandemia, que sólo demorará la concreción de algunos proyectos.