Finanzas colaborativas
Surgen con el objetivo de ofrecer a la gente, a las pymes y emprendedores, una alternativa a los servicios financieros, que sea menos costosa, y que, gracias a la tecnología, funcione como nexo entre las necesidades de algunas personas de buscar financiamiento para sus proyectos y el deseo de otros de invertir su dinero para lograr una rentabilidad.
Se trata de un sistema económico solidario entre personas comunes que buscan crecer mediante la utilización de espacios virtuales que les otorgan la posibilidad de conseguir dinero con menor costo/mayor ganancia para ambas partes, de forma más ágil y sin tantos requerimientos.
¿Cómo funcionan?
Para comprender cómo funcionan, debemos considerar que la empresa organizadora cobra una comisión fija por sus servicios; aunque muy inferior al diferencial de tasas que perciben los bancos. Los solicitantes consiguen dinero a tasas más bajas que las ofrecidas en el circuito formal contando con la transparencia y seguridad de una empresa que los acompaña. Y los inversores obtienen intereses mayores que en otras inversiones del mercado.
De esta manera, las finanzas colaborativas buscan ser una nueva opción de crédito más democrática, como alternativa al crédito bancario tradicional, donde oferentes y demandantes negocian libremente las condiciones.
Williams Tapscoot, economista y autor del famoso libro Wikinomics sostiene que:
“La reconstrucción de las finanzas públicas y la restauración de la confianza a largo plazo en la industria de los servicios financieros en Estados Unidos y otros países del mundo requerirán algo más que la intervención gubernamental y unas nuevas regulaciones. Es cada vez más evidente que lo que se necesita es un modus operandi distinto, basado en nuevos principios empresariales como la transparencia, la integridad y la colaboración”.