Cada vez que tomamos una decisión, de una u otra forma, estamos renunciando a algo. Por ejemplo, si elegís ir al cine en vez de ir al teatro, te estás perdiendo de ver una buena obra; si elegís comprar un modelo de auto, te perdés de experimentar disfrutar de muchos otros. En economía, esto se conoce como costo de oportunidad y es un concepto que puede ayudarte a escoger la mejor de dos opciones.
Entonces, el costo de oportunidad se puede definir como lo que dejaste de ganar por tomar una determinada decisión que puede que, además, no haya sido la idónea.
En otras palabras, este concepto nos sirve para saber qué recursos perdemos o dejamos de ganar según se invierta de una u otra forma.
Por ejemplo, si mantenés tus ahorros en una caja de ahorro o cuenta corriente que no te da ningún tipo de interés, el costo de oportunidad será diferente de lo que podrías obtener si lo llevases a un plazo fijo o si lo destinases a inversiones más rentables, como préstamos entre personas, acciones o fondos de inversión.
Otro ejemplo sería comparar comprar una casa frente a invertir. El costo de oportunidad será la diferencia entre una y otra opción. Lo que habrías obtenido en el mercado si hubieses invertido el dinero destinado a comprar la casa o viceversa, lo que hubieras logrado alquilando la vivienda frente a la rentabilidad de la inversión.
Esto mismo puede aplicarse a otras cuestiones como abrir tu propia empresa con tus ahorros.
Calcular el costo de oportunidad es más fácil cuando se trata de dinero, pero menos cuanto entran en juego otros elementos como tus gustos y preferencias. Para tus finanzas puede ser mejor ir al cine que a un concierto, pero si te gusta mucho el grupo, eso puede inclinar la balanza.
Por otro lado, un buen truco para medir el costo de oportunidad cuando usás tu tiempo como recurso, es trasladarlo a dinero. Podés hacerlo averiguando cuánto cobrás por hora y a la inversa, cuando se trata de compras, calculando cuánto tenés que trabajar para adquirir eso que querés.
Aunque no lo hagamos consciente, el costo de oportunidad se encuentra presente en nuestro día a día. Tomamos decisiones en segundos y todas tienen su costo decidiendo en uno u otro sentido.